domingo, 15 de agosto de 2010

PERRAS QUE TIEMBLAN UNIDAS...

Hoy tocaba Punto Limpio, así que he cargado el coche con vidrio y papel y he sentado a Jara y Coco en el asiento de atrás. Nada más arrancar les he echado un vistado y me he encontrado con dos perras temblando, unidas, eso sí, apoyadas la una en la otra. Ja, ja, ja... "¡Que no conduzco tan mal!", les he dicho. Casi hasta que no hemos llegado no se han tranquilizado. Y después he notado que esta experiencia las ha hecho más amigas. Claro, son cosas que unen. Como los odios comunes. No hay nada que una más a dos personas que el odio común hacia alguien. Ni siquiera el amor entre ellas. "Oye, no soporto a Jorge Javier Vázquez". Ya está. Si el que tienes enfrente lo odia también ya sois amigos para toda la vida.
Jara y Coco siguen dando forma a su amistad. Coco quiere jugar constantemente, y Jara entra al trapo, pero a veces lanza un grito cansada de su acoso (que, por cierto, es continuo, ¡qué pesada!). A Coco le encanta el plato de Jara, y le gusta comer su comida, pero cuando Jara está comiendo no se acerca; sabe perfectamente lo que es de cada una. Coco mira a Jara constantemente y las dos me miran a mi. Que me encanta. Jara es la reina en la calle. Anda muy bien, nunca sobrepasa mi altura, y Coco está aprendiendo a hacerlo igual. Coco, en cambio, domina en casa. Sube y baja y va de un lado a otro dejando atrás a Jara, que apenas sube escalones. Aunque luego, a un ladrido de Jara, Coco baja veloz a por su amiga. Yo creo que están muy a gusto juntas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario