miércoles, 14 de diciembre de 2011

ELMO CHURRUSCADO

Tenía que pasar, lo veía venir, y es que con la locura que todas las tardes a eso de las 8 o las 9 le da a Coco con los juguetes, que los muerde, los agita como loca y los lanza al aire, pues el pobre Elmo fue a parar a la chimenea. En el momento no me di cuenta, fue una de las veces que volvía de la cocina que al mirar qué tal iba el fuego vi algo pegado a un tronco, "¡¿qué es eso?!" me pregunté extrañada, y cuando me acerqué descubrí al pobre Elmo, tan mono, que me regalaron los de Sesamo Street tras la reunión que tuve con ellos en Barcelona, agarrado, mas bien pegado, al tronco y chamuscado. Lo retiré como buenamente pude pero ya la pata y el brazo estaban ennegrecidos... Bueno, heridas de guerra, ¿quién no las tiene?, curten el alma y dan mas personalidad.

viernes, 9 de diciembre de 2011

COCO Y SERGIO

Ayer me llevé a Coco de visita. Es una señorita que sabe comportarse y me dije que ya era hora. Además, era en el barrio de Salamanca, y tenía ganas de que Coco pisara las aceras de un lugar tan chic. Teníamos Santi Yagüe y yo una reunión en casa de Carmen Halffter, y allí estaba, claro, su hijo Sergio, esta monada que acaricia el lomo de Coco, al que ya conocía de otras veces.
Siempre me ha llamado la atención lo paciente que es Coco con los niños, es como si tuviera un sentido especial, porque cuando los tiene cerca apenas se mueve, les deja tocarla, agarrala por la oreja (la especialidad de Sergio), incluso pisarla, sin querer, evidentemente, como ocurrió este verano en La Garrofa, que la pobre volvió un día de un paseo con niños con una uña rota y sangrando, pero no dijo ni pío.
Camino de casa de Carmen iba yo toda elegante con mi perrita abriendo camino y oliendo los pises y cacas que nos ibamos encontrando en cada esquina, pata de banco, farola y arbol (ella, yo no) que, por cierto, no parecía que olieran de manera diferente a los de Pozuelo. Yo me miraba de reojo en los escaparates y de refilón lo que había detrás, que no están los tiempos para compras, y no debí de darme cuenta de que Coco se zampó algo del suelo. El caso es que un rato después de llegar la pobre perrita empezó a vomitar. ¡Qué desastre! Y no una, sino varias veces. Encima del sofá, en la alfombra, en la cocina... Carmen se va a acordar de nosotras durante bastante tiempo, esto es seguro. Pero también que Sergio y ella ya son muy amigos, y eso me gusta mucho.

jueves, 1 de diciembre de 2011

SKYPE

Coco y yo hemos descubierto Skype. Anoche estuvimos hablando con María José y Leo, que están en Londres y en realidad es con los únicos que lo utilizo. Cuando Coco les oyó llamarla desde la pantalla se fijó en ellos y movió su rabito, pero cuando el rabo ya se convirtió en una batidora, como dice Abraham, fue cuando le preguntaron por Jarita. Nos moríamos de risa. Gabriela también se asomó un momento, porque estaba estudiando con su profesora. Leo empieza este lunes en un nuevo colegio; me han contado que es muy bonito, con las clases muy alegres, con varios profesores por aula, y María José se ha apuntado como voluntaria. Jo, qué suerte. A mi me parece que todos vamos a terminar por allí, o por allá, porque por aquí está la cosa muy triste y aburrida, la verdad.