Estos días hemos tenido visitas profesionales. Antes de ayer los cerrajeros para arreglar la puerta del jardín, a los que recibió con bastante alegría. Miraba y remiraba con nosotros, por dentro, por fuera; una de las veces que nosotros estabamos dentro y ella fuera los propios cerrajeros, muertos de risa, tuvieron que decirle que pasara, que queríamos probar si cerraba. Y entró, claro. Ayer vinieron los que trajeron un nuevo frigorífico y quedaron encantados con ella. Vigiló cómo sacaban el viejo, cómo metían el nuevo, y luego, en la puerta estuvo mirándoles hasta que recogieron todo y se subieron al camión. Uno de ellos se despidió de ella: "adios Coco". Y, tan contenta, se dió la vuelta y se metió en casa.
jueves, 5 de agosto de 2010
COCO EN EL PATIO
Estos días hemos tenido visitas profesionales. Antes de ayer los cerrajeros para arreglar la puerta del jardín, a los que recibió con bastante alegría. Miraba y remiraba con nosotros, por dentro, por fuera; una de las veces que nosotros estabamos dentro y ella fuera los propios cerrajeros, muertos de risa, tuvieron que decirle que pasara, que queríamos probar si cerraba. Y entró, claro. Ayer vinieron los que trajeron un nuevo frigorífico y quedaron encantados con ella. Vigiló cómo sacaban el viejo, cómo metían el nuevo, y luego, en la puerta estuvo mirándoles hasta que recogieron todo y se subieron al camión. Uno de ellos se despidió de ella: "adios Coco". Y, tan contenta, se dió la vuelta y se metió en casa.
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