Yo me he planteado muchas veces en mi vida tener o no perro. Hace años lo pedía Ignacio y la excusa siempre fue que no podíamos porque no lo ibamos a dejar solito en casa ¿no? En un momento determinado, cuando Ignacio ya tenia 14 años o así, me ofrecieron una golden de 1 año. Le expliqué que debía tomar la decisión él porque iba a ser suyo; me contestó a la mañana siguiente que no quería tener esa responsabilidad. Cuando ya se fue de casa me rondó la idea varias veces por la cabeza, pero la sensatez ganaba. Yo no tenía tiempo. Hasta que Esteban llamó y dijo: "estoy aquí con nuestro perrito, acaba de llegar a la tienda". La decisión estaba tomada. Ahora que lo tengo, perro y tiempo, soy feliz y me alegro de que Coco viva con nosotros. Todos los argumentos racionales dejan de tener sentido ante los emocionales. Pero no cabe duda, la vida cambia completamente. Yo, a Lucía, le aconsejo que no tenga perro. Todavía.
sábado, 18 de septiembre de 2010
TENER O NO TENER PERRO
Yo me he planteado muchas veces en mi vida tener o no perro. Hace años lo pedía Ignacio y la excusa siempre fue que no podíamos porque no lo ibamos a dejar solito en casa ¿no? En un momento determinado, cuando Ignacio ya tenia 14 años o así, me ofrecieron una golden de 1 año. Le expliqué que debía tomar la decisión él porque iba a ser suyo; me contestó a la mañana siguiente que no quería tener esa responsabilidad. Cuando ya se fue de casa me rondó la idea varias veces por la cabeza, pero la sensatez ganaba. Yo no tenía tiempo. Hasta que Esteban llamó y dijo: "estoy aquí con nuestro perrito, acaba de llegar a la tienda". La decisión estaba tomada. Ahora que lo tengo, perro y tiempo, soy feliz y me alegro de que Coco viva con nosotros. Todos los argumentos racionales dejan de tener sentido ante los emocionales. Pero no cabe duda, la vida cambia completamente. Yo, a Lucía, le aconsejo que no tenga perro. Todavía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario