martes, 14 de septiembre de 2010

ENGANCHE EMOCIONAL

En alguna de las numerosas conversaciones sobre perros que tengo ultimamente alguien dijo, como entendiendo mi relación con Coco, que los perros pequeños enganchan más que los grandes. Y, explicó, es porque los achuchas, los besas, los coges en brazos con tanta facilidad.... Es verdad. Lo curioso es que leyendo sobre esto me he encontrado con que en Nueva York ya se acepta el concepto "perro de servicio emocional", y en varios restaurantes han tenido que permitir la entrada de mascotas con sus dueños, incapaces de separarse de ellos. Hasta ahora sólo se admitían perros guía de ciegos, pero ahora, si demuestras convenientemente (una carta de tu psiquiatra es suficiente) que necesitas de tu perro para vivir, podrás comer con el, o ir de compras, o hasta ver una película en el cine, que todo llegará.
Yo confieso que tengo un gran enganche con mi perrita. Me gusta estar con ella. Pasear. Hablarle. Explicarle por qué el camión que descarga en la casa de enfrente hace tanto ruido, o quién está ladrando más allá del jardín. Ella me mira y entiende. Al menos se tranquiliza con lo que le cuento, que para eso le hablo. No vaya a creer alguien que es que estoy loca, ¿eh?

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