miércoles, 11 de mayo de 2016

SEGUNDA TEMPORADA: LA SEÑORITA COCO


Como en las series de televisión aquí comienza la segunda temporada del blog de Coco
Desde el último post a éste Coco ha vivido muchas cosas, no en vano han pasado 4 años, y ha sido necesario asimilarlas. Podríamos ver un rápido montaje con escenas que nos muestran el final de la relación de sus "papis" (separación de Esteban); muerte de su "abuela" (mi madre); nacimiento de su "sobrina" (mi nieta Manuela); casa nueva de su "hermano" (Ignacio) y Cristina en Aravaca; traslado desde Pozuelo a Rosales con su "mami" (yo, claro), como dos reinas, y reuniones en el nuevo patio con amigos como Chusa, Maca, Helena, Sol, Alex, Teresa, Susana, Fernando, Angel, Olga, Juan, Yolanda y Anel, entre otros muchos; independencia de sus "primas" (mis sobrinas Paloma y María) en sus pisos de la calle Génova, la primera, y por la zona de Cuatro Caminos, la segunda; fines de semana con su "tía" Mamen y José Luis en Carrascalejo (Cáceres); viajes a Roquetas de Mar (Almería) para visitar a la tía Trini y pasar algunos días en la playa; y alguna que otra escapada a Sevilla, a casa de Gloria
En este tiempo hay personas que han desaparecido de su vida, sí, pero también se han incorporado otras. Como los porteros de la casa de Rosales, entre ellos Miguel, que desde el primer día empezó a llamarla "Señorita Coco" y con ese nombre se ha quedado para los otros tres: Rubén, Carlos y Manuel; Gladis y Mayerli, que se ocupan de la casa de mi padre y de cuidarle a él; Félix, el vecino de arriba de mi padre, que a sus 90 años entra y sale con una soltura envidiable y siempre tiene palabras cariñosas para ella; Albina, que ha tenido otro niño, y su hermana Lidia, que volvió para sustituirla y se reencontró con Coco a la que había conocido recién llegada a casa, con sólo dos meses y medio; mi prima María Pilar, forofa del Atleti como mi padre, con la que nos reunimos para ver partidos en la casa de Princesa, en la suya, la Casa de las Flores, o en el imprescindible Argos, antes Herza, donde ver futbol, que a mi me ha aburrido siempre, empieza, por lo menos, a ser entretenido.
Coco ha cambiado, basta con mirar las fotografías de antes. Ya tiene 6 años, los cumple precisamente el mismo día que cumplía años mi madre, el 26 de febrero, algo que a ella le hacía mucha ilusión. Podríamos decir que ha engordado algo, bueno, sí, barriguita; que el pelo es más blanco, sí, y más rubio también; y que duerme mucho más. Pero fundamentalmente el paso del tiempo lo noto en su cara y en su mirada (siempre pendiente de mí, eso sí) que es como mas reposada, más tranquila, más sabia, y eso me produce una ternura infinita; a veces le cojo su carita y con ella entre mis manos, mirándole a los ojos, le digo: ¡nos hacemos mayores, Coquito, y aquí sigues a mi lado viviendo conmigo otras cosas!
(Si queréis echarle un vistazo a unas fotos que muestran cómo envejecen los perros, podéis verlo aquí)

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