miércoles, 14 de diciembre de 2011

ELMO CHURRUSCADO

Tenía que pasar, lo veía venir, y es que con la locura que todas las tardes a eso de las 8 o las 9 le da a Coco con los juguetes, que los muerde, los agita como loca y los lanza al aire, pues el pobre Elmo fue a parar a la chimenea. En el momento no me di cuenta, fue una de las veces que volvía de la cocina que al mirar qué tal iba el fuego vi algo pegado a un tronco, "¡¿qué es eso?!" me pregunté extrañada, y cuando me acerqué descubrí al pobre Elmo, tan mono, que me regalaron los de Sesamo Street tras la reunión que tuve con ellos en Barcelona, agarrado, mas bien pegado, al tronco y chamuscado. Lo retiré como buenamente pude pero ya la pata y el brazo estaban ennegrecidos... Bueno, heridas de guerra, ¿quién no las tiene?, curten el alma y dan mas personalidad.

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